El mar nos ha hecho de puente durante muchos siglos. Aquí, en el Mediterráneo, las singladuras marítimas han tejido conexiones de agua, conexiones líquidas; conexiones muchas veces imperceptibles que revelan su importancia con pequeños gestos. Pequeños detalles de la vida cuotidiana que abre ante nosotros no solo una historia común, sino una forma de relacionarnos con el entorno, una forma de vivir, en definitiva una cultura.
Similitudes entre orilla y orilla que recuerdan que el mar nos une más que nos separa.
Similitudes reveladoras de culturas hermanas.
Puentes más necesarios que nunca para romper el aislamiento; para desafiar a los poderes que “piratean” en nuestro mar, para romper las fronteras entre norte y sur que nos fracturan.
Acercarnos i comunicarnos para llenar el mar de puentes; puentes, que al ser de agua, nunca serán destruidos.
Fruto del interés de editores y autores de ambos lados del Mediterráneo surge este espacio crítico de dialogo y análisis.
Similitudes entre orilla y orilla que recuerdan que el mar nos une más que nos separa.
Similitudes reveladoras de culturas hermanas.
Puentes más necesarios que nunca para romper el aislamiento; para desafiar a los poderes que “piratean” en nuestro mar, para romper las fronteras entre norte y sur que nos fracturan.
Acercarnos i comunicarnos para llenar el mar de puentes; puentes, que al ser de agua, nunca serán destruidos.
Fruto del interés de editores y autores de ambos lados del Mediterráneo surge este espacio crítico de dialogo y análisis.
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